Hoy comenzamos esta serie centrándonos en los vestidos para una boda de día y sus peculiaridades.
Para empezar, y como regla no escrita, en una boda no se puede ir ni de blanco ni de negro. El blanco está vetado porque se considera que podría hacer sombra a la novia, que tiene que ser la protagonista en ese día.
El negro
es juzgado por algunos como un color triste que no debería llevarse en
una fiesta. En mi opinión, el negro es perfectamente válido para las
bodas si se combina con los complementos adecuados e incluso he ido
vestida de ese color a la boda de unos amigos. Y sino eres la mamá de la novia o el novio.
Otra regla protocolaria tiene que ver con el largo del vestido. Habitualmente los vestidos largos
se reservan para las bodas de noche, y en las bodas de día se viste de
corto y con un tocado o pamela en la cabeza, aunque en las bodas
informales no es frecuente ver muchos tocados.
Como estoy bastante de acuerdo con la norma de llevar vestidos largos sólo de noche, las 10 opciones que os presento hoy son vestidos cortos.
Vestidos Clásicos
Para aquella invitada que quiera sentirse elegante pero sin renunciar a
atraer miradas. El color rojo da un toque de atrevimiento a un vestido
de líneas sencillas.
Vestidos para invitadas brillantes
Las lentejuelas y los brillos están de moda. Un vestido con toques brillantes es mi opción favorita para las invitadas a las bodas de esta primavera-verano 2014.
Un vestido en color crema con toques dorados siempre es una buena
opción. Eso sí, es preferible que estés un poco morena (natural o de
bote) antes de atreverte con él.
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