miércoles, 3 de diciembre de 2014

Como ser la invitada perfecta en bodas


Hoy comenzamos esta serie centrándonos en los vestidos para una boda de día y sus peculiaridades.

Para empezar, y como regla no escrita, en  una boda no se puede ir ni de blanco ni de negro. El blanco está vetado porque se considera que podría hacer sombra a la novia, que tiene que ser la protagonista en ese día.

El negro es juzgado por algunos como un color triste que no debería llevarse en una fiesta. En mi opinión, el negro es perfectamente válido para las bodas si se combina con los complementos adecuados e incluso he ido vestida de ese color a la boda de unos amigos. Y sino eres la mamá de la novia o el novio. 

Otra regla protocolaria tiene que ver con el largo del vestido. Habitualmente los vestidos largos se reservan para las bodas de noche, y en las bodas de día se viste de corto y con un tocado o pamela en la cabeza, aunque en las bodas informales no es frecuente ver muchos tocados.
Como estoy bastante de acuerdo con la norma de llevar vestidos largos sólo de noche, las 10 opciones que os presento hoy son vestidos cortos.

 Vestidos Clásicos

 Para aquella invitada que quiera sentirse elegante pero sin renunciar a atraer miradas. El color rojo da un toque de atrevimiento a un vestido de líneas sencillas.



 Vestidos para invitadas brillantes

Las lentejuelas y los brillos están de moda. Un vestido con toques brillantes es mi opción favorita para las invitadas a las bodas de esta primavera-verano 2014. 
Un vestido en color crema con toques dorados siempre es una buena opción. Eso sí, es preferible que estés un poco morena (natural o de bote) antes de atreverte con él.


¿Con qué opción te quedas? ¿Qué criterio sueles elegir para elegir tu look en este tipo de eventos?

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